sábado, 29 de mayo de 2010

Cuando se llega a cenar

Ansias por la reciente compra,
Felicidad por la consecuente satisfacción.

Impotencia ante semejante situación,
Ira por sentir confusión.

Tristeza por la habitual decepción,
Desesperación por expresar el error.

Ganas de explicarse mejor,
Duda de parar o proseguir.

Dolor por arruinar lo mejor,
Arrepentimiento por seguir su equivoco pensamiento.

A pesar de que todos estos sabores
En ese momento su paladar sintió,

El plato de la solitaria cena
Tenía sólo un jugoso bistec y fresco arroz.

Guillermo García García

miércoles, 12 de mayo de 2010

In medias res

In medias res empieza mi poema
Pues me es difícil recordar inicios
Y los finales son comienzos
Que dejo de retener.

Ahora sonrío porque,
A pesar del desanimante aguacero
Y el fuerte, cruel, y decepcionante viento,
Los insectos diminutos y ansiosos,
Y las jóvenes flores y plantas
Germinan, crecen y se multiplican de nuevo.

En medio de las cosas encuentro paz;
En el dormir veo la tranquilidad;
En la compañía disfruto del humor;
En un día lluvioso vivo la ironía;
En medio de los hechos encuentro mi alma.

Hoy no trato de traer el recuerdo de cómo pasó
Y mucho menos de cómo terminará.
En medio de todo sólo veo el ya, ni siquiera el ahora.
Y solo con mi alma entenderé por qué
En medio de las dicotomías y ambigüedades
Encuentro un extremo, y otro, y otro,
Y muchos que antes no vi y no sé si veré de nuevo.

Guillermo García García

martes, 11 de mayo de 2010

Amigo por unos minutos

¿A dónde se fue su aliento?

Su camino no fue lento.

No se despidió

Mas dejó su espíritu en el viento.

En ese lugar

Donde las sonrisas son recuerdos.

Donde el chiste

Y el apretón de manos quedan intactos.

Y donde la esencia de un alma

Y el misterio de un ser quedan plasmados.


Su voz no se escuchará

Mas que en las grabaciones

O en mi mente en silencio.

El viento ahora pasará a lo lejos

Sin que el envase de su alma

Le produzca resistencia.

Ya nada alimentará sus memorias

Y lentamente se borrarán sus recuerdos.

Aunque su eco alegre y cálido

Resonará en mi alma y cuerpo.


Guillermo García García