Mis ojos empiezan a inquietarse
En la oscuridad de la noche,
En lo poco tranparente del día
Y en la imagen de la mente.
Como el faro de un aeropuerto,
Como sonar,
Como un radar,
Como un sensible scanner.
Escudriñan cada esquina,
Hacia arriba en los anuncios,
Hacia los lados en las ventanas,
Hacia abajo en mis zapatos.
En cada minúsculo
Y holgado lugar,
A cada minuto,
Y al viajar adelante y atrás.
Y donde estos portales buscan
Te encuentran.
A donde se dirigen
Te plasman.
Estás en mi cuarto,
En mi cama,
En mi mesita de noche,
Y en mi closet;
En el suelo,
En la puerta,
En mi ropa,
Y en aquella suéter.
En el gorrito,
Y hasta en los tacos de futbol.
En las figuras de colección,
En el celular y todos sus emoticones.
En el espejo,
En el pasadizo,
En el baño,
En la sala,
En el sillón,
En los almohadones,
Y en las fotos de mis familiares.
En la computadora (y todos sus componentes).
En las guitarras,
En las canciones,
En los sonidos,
En la parada del bus,
(La tuya y la mía)
En el bus,
En aquel asiento,
En aquella lluvia,
En aquella conversación,
En muchas otras,
En el desorden,
En el orden.
En el beso,
Y el otro beso,
Y las lágrimas
(Las tuyas y las mías)
Y el abrazo que deseaste,
Y el que no quisiste,
Y el que medio diste.
Y en el recuerdo,
Y en el ahora,
Y en el futuro…
Y estás con él y no conmigo…
Pero mis ojos te siguen encontrando…
Guillermo García G (7/02/11)
Recital de poesía. Letras 11-03-11