martes, 11 de mayo de 2010

Amigo por unos minutos

¿A dónde se fue su aliento?

Su camino no fue lento.

No se despidió

Mas dejó su espíritu en el viento.

En ese lugar

Donde las sonrisas son recuerdos.

Donde el chiste

Y el apretón de manos quedan intactos.

Y donde la esencia de un alma

Y el misterio de un ser quedan plasmados.


Su voz no se escuchará

Mas que en las grabaciones

O en mi mente en silencio.

El viento ahora pasará a lo lejos

Sin que el envase de su alma

Le produzca resistencia.

Ya nada alimentará sus memorias

Y lentamente se borrarán sus recuerdos.

Aunque su eco alegre y cálido

Resonará en mi alma y cuerpo.


Guillermo García García

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