Presiento que la noche es un corcel de arena
abatido en la plaza desierta del después,
y los quizás empiezan a ser como las penas
que guardan a un costado los nunca sin revés.
Presiento que la noche es un zaguán oscuro
en donde los demonios se acuestan a dormir
mascullando blasfemias, mirando hacia el futuro,
rezándole al Infierno sus ganas de morir.
Presiento que la noche es un cristal en llamas
queriendo reventarse la venas contra el sol.
Los sueños inmortales se acuestan en las camas
que entibian las cobijas bordadas con alcohol.
Hijos de la nostalgia se llaman los que añoran
noches sin madrugada, treguas de la verdad.
Marchita en los balcones tristes de los que lloran
la pasión desbordante se vuelve soledad.
Presiento que la noche es una despedida
que no encuentra consuelo ni sabe hacer volver
la noche deslumbrante que se encuentra perdida
en medio de la noche prohibida del antier.
Este blog ha sido creado para todas las personas que disfrutan de la poesía, el cuento brevísimo y la reflexión sin importar el idioma, o si son propios o de autores conocidos o no tan conocidos.
lunes, 31 de octubre de 2011
domingo, 9 de octubre de 2011
Anoche vi un cristal donde dormía
Anoche vi un cristal donde dormía
el sueño más lejano y más profundo,
anoche vi el sol yerto de otro mundo
atrapado en cristal de lejanía.
Anoche vi un semblante de doncella
mirando sin mirar hacia el costado
con los ojos distantes y cerrados
en la noche cerrada sin estrellas.
Anoche era la noche más profunda
y el mundo era otro mundo que asomaba
tras un cristal de hielo entre la sombra
su rostro de doncella vagabunda
mirar a lo prohibido, se llamaba
la noche del cristal que no se nombra.
el sueño más lejano y más profundo,
anoche vi el sol yerto de otro mundo
atrapado en cristal de lejanía.
Anoche vi un semblante de doncella
mirando sin mirar hacia el costado
con los ojos distantes y cerrados
en la noche cerrada sin estrellas.
Anoche era la noche más profunda
y el mundo era otro mundo que asomaba
tras un cristal de hielo entre la sombra
su rostro de doncella vagabunda
mirar a lo prohibido, se llamaba
la noche del cristal que no se nombra.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)