Buena cosa es la locura
si no rima con lo mismo,
si la letra del cinismo
no es la de la amargura.
Bueno cosa es estar loco
y desatender
deberes;
malos son los alfileres
que desangran poco a poco.
Me
encontraba hace diez años,
hace diez siglos, perplejo,
perdido en un
mundo viejo
de espejismos tan extraños.
De pronto, los corazones
que latían en mi pecho
sucumbían al acecho
del diablo de las
pasiones.
Estuve al borde de nada
y de todo, y de quién sabe.
Náufrago fui de mil naves
que asola la madrugada.
Y al fin,
entre religiosos,
agnósticos, fornicarios,
suicidas, abecedarios,
y
amores escandalosos
tuve razones de sobra
para engendrar otro
nombre,
para volverme aquel hombre
que paga cuando se cobra.
Imbéciles con urgencia,
subversivos sin cerebro
se indignan
cuando le enhebro
el culo a su inteligencia.
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