Vi volar una negra ave
Muy pequeña en el cielo, como una hebra,
Su vuelo era lento y suave
Así debería ser la vida
Para aquel que teniendo oscura el alma,
Pequeña en la tierra y muy insípida,
Pero más parece
Haber camino seguro
Para aquel que no padece
Y no ha conocido temor alguno.
¡Oh! Diosa Fortuna,
No dejes a este ser
Sufrir tortura alguna
Y déjame ser el águila al amanecer.
¡Oh! Dios Hefestos,
No forjes más mi destino
Con mazo de hierro;
Adorna ahora el metal con colores
Y has brillar en mi armadura los sueños.
Envidia y Orgullo corroen mi pecho.
Confusión y Miedo apagan mi vida.
Dejad que mis sueños se cumplan
Y que de mí y mis amados emane eterna alegría.
Guillermo García García
Mae me gusta la parte del cielo gris encima y mas que tiene la letra mas pequeña, da un aire de que no es tan grande el cielo y que no es tanta la bronca, es un poema bastante esperanzador, como que lo va superar esta pissshuoo!!
ResponderEliminarEs esperanzador, pero yo tengo ganas de pensar que esas letras pequeñas indican que al igual que en muchas cosas, las partes malas son minimas en comparación con las buenas; eso hace más dificil encontrarlas, pero a ellas no les dificulta encontrarnos. Igual llegan y hay días que no se van.
ResponderEliminarel afan por complicarnos es lo que lo hace dificil... los días si se van... ud no los deja ir que es otra cosa...
ResponderEliminarUn muy buen poema q se gana tal titulo por mucho. Me gusta como memo se pasa la linea del simplismo y juega un tanto con Hefestos y demas. Tiene suerte Memo de q Hefestos sea Cojo... de otra manera quiza le volaria una patada para q no sea tan exigente... jejeje... muy bueno de veras...
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