Y caminé por la espesura de la selva
Y la oscuridad del bosque.
Y escuché las palabras
Del que me recomendó salir
Y vivir diferente.
Y cuando lo hice,
Un nuevo mundo se abrió a mí:
Una realidad donde
Los relámpagos
Me seguían
Y la lluvia
Caía
Sobre mi cabeza
Como flechas sobre
Un castillo sitiado.
Y en las planicies oí tu pestañear
Y me mortifiqué con tu sonrisa.
Tu enojo me dolía y tu silencio me hería.
Mas jamás deseo volver al
Confuso Bosque
Y la selva fría.
Guillermo García García
10/08/10
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