No la conozco;
No me conoce.
Su cabello claro
Cubría su rostro.
No fue coincidencia:
No fue el destino,
Mas mi deseo por ella
Y su curiosidad por mí.
Fue un segundo,
un instante común.
Sus ojos llamaron,
los míos respondieron.
Me fijé en su cuerpo
Y admiré su linda cara,
La forma en que se movía
Y hasta como vestía.
La pasión incineró mi pecho;
La pena el de ella.
Refrescó su cuello meciendo su cabello
mientras yo ataba el mío.
Una mirada más,
intencional y larga.
Sus labios rígidos
se convirtieron en una sonrisa.
Mis pasos se dirigieron a ella.
¿Una ilusión, un pecado, un sueño?
Pero elegí el camino menos tomado
Y ella siguió el suyo.
Guillermo García G.
suele suceder!
ResponderEliminarMe gusto bastante. Eso es lo q yo llamo "Belleza Intocable", y aunq es medio deprimente, tambien es muy normal
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