En el profundo anochecer de la selva,
De nuevo, escribo mis obsesivos versos.
Te hago saber de este amor incontenible;
De mi esfuerzo para que sea visible:
Te di mi calidad y sabiduría
Pero tú querías mi atención y tiempo.
Te ofrecí mi espíritu abnegado
Más mi débil físico preferías.
El arte te ofrecí como presente máximo
Y en el sueño caíste pues te pareció vano.
Te dediqué mil noches completas
En las cuales consagré millones de apasionados besos.
Sin embargo, por un descuido ahora son parte
Del uno y del todo que parten mi alma, corazón y cuerpo.
Guillermo García G.
Tigers are on the loose.
ResponderEliminarI've been an avid reader of this blog although I have never posted anything before...well, until yesterday. Today, I find again a reason to post. This time, it is a sad one that goes beyond utterance.
Saraba
Requiem for Alvaro Salas
Farewell, instructor, example, and friend.
While you kept distant
from hassle and people alike,
your soul, an elusive star,
bestowed inspiration on us.
It has been a long time
since you passed your story onto me;
the wheel has turned
and I finally see your meaning.
Tell me, is the Lady you revered,
the one whose shrine stands on the Valley,
Smiling?
Can it be possible
that a roaring shinigami,
wearing a deliberate disguise,
a tiger's skin with metal claws,
purrs now by your side?
Thanks Juan Carlos.
ResponderEliminarEspero que encontremos consuelo y fortaleza ante la perdida de tan valiosa persona.
RIP
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