Porque la lógica le dictaba
Pero no escribía.
Porque los sentimientos le hablaban
Y sordera tenía.
Su corazón todo perdonaba
Y su mente se abría:
¿A un capricho
O a su verdadero amor?
El tiempo, el quehacer, y la gente
Sólo le confundían,
Pero sentía
Y vivía.
Era su día, su tarde y su noche,
¿Pero cómo diferenciar ahora
Si otros fueron estaciones completas,
Donde ya ni el tiempo corría?
No pensó que su corta vida
En el amor terminaría;
No pensó que otro ser
Se convertiría en sus vías.
Pero se fue lejos
Y le dejo sin alegría,
Leyendo una historia que no entendía,
De impredecible final.
Ahora hay nuevos sentimientos,
Nuevas caras y nuevos gestos;
Más historias
Pero menos entendimiento.
Sigue siendo el sol,
Lejos, pero iluminando su vida.
Y aunque le lastiman sus rayos,
Sigue caminando desnudo bajo su calor.
El cántaro se sigue derramando
Por aquella grieta del pasado.
Dejando un alma seca
Y un sediento corazón.
Guillermo García García
esto me encantó, me identifiqué DEMASIADO con todas las palabras. y el título le queda genial.
ResponderEliminarc:
Gracias hermanita...
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