jueves, 29 de octubre de 2009

un poema "15" cualquiera: el silencio.

no hay poema quince cualquiera, es una forma de decirlo
y de explicar mi inspiración para darle rienda suelta a este bizarro refrito.
me presento ante ustedes como quien odia el silencio
de no decir todo, o nada.
sí, amo pasar las tardes contigo... oír la lluvia caer
y si las palabras no se asoman, mejor para mí;
pero debo confesar que el silencio nunca es bueno en dosis
mayores administradas por largos periodos de tiempo.
entiendes ahora por qué necesito de tus palabras..?

inmundo silencio... no me gustas cuando callas!
no me gusta el hecho de pensar en tu repentina ausencia!
aunque consideraría con un beso cerrar tu boca...
y como una reacción en cadena, tras tu silencio viene
el mío, para evitar palabras rompedoras de hielo
y evitar crear amargos recuerdos.

caen haciendo estragos mis palabras, haciendo un eco mudo
en un vacío con fondo, suena profundo, profundo.
así parece la vida cuando lo pienso; así se oye cuando hay silencio.
eso sucede cuando no estás y cuando tu ausencia opaca la felicidad
lograda a punta de conseguir palabras que quise oír de tí
de personas escogidas al azar.
mi voz no te toca, nunca lo hizo.. por qué tu voz me tocó aún
cuando mis oídos -y mi boca- se encontraron lejos de estar cerca
para inmiscuirse junto a ella como surfeando adjunta en su longitud de onda..?
así soy yo, gracias al cielo.
así eras tú. gracias al cielo.

procedo a forzar la reacción en cadena que provoca tu falta de
articulación de palabras;
procedo a callarme con el silencio tuyo.

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