lunes, 14 de septiembre de 2009

Enamorados

Sus caderas se balanceaban

Como si en una hamaca fueran llevadas.

De manera elegante (omnipotente, yo adjetivaba)

Sus pies se aferraban a la calzada.


Delante de mí caminaba

Mostrando cierta indiferencia

Pero al fin, ahí estaba

Y yo lo seguía con cadencia.


Como mi corazón, mi paso se aceleró.

El mismo bus tomamos.

(Su figura femenina de bello color latino)

En la misma parada bajamos.


Su fornido cuerpo de hombre esperaba

Mientras yo abría las puertas de mi casa.

Mi cuerpo se estremecía mientras lo veía en la sala,

Y me rendí en sus brazos; lo llevé a mi cama.


Desperté solo en mi espaciosa casa.

Abrí los ojos y estaba sola en mi cama.


Una vez más me acosté con mi soledad.

De nuevo deje entrar en mis aposentos la frialdad.


¡Solo!

¡Sola!

¿Por qué el destino no une a dos que se buscan?

No obstante sólo a ellos mismos encuentran.


Guillermo García García (Dedicado a mi musa)

2 comentarios:

  1. quien imaginaría que detrás de los cotidianos hechos de algunas personas.. se esconden rítmicas descripciones llenas de palabras...

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  2. t qdo excelente amor... m recuerda al mío de él y ella, t acuerdas?

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